Concepto de diseño – Qué es, Definición, Tipos (Guía Completa)

En el mundo del diseño, tarde o temprano, te encontrarás con la palabra “concepto”.

Ya seas un director creativo, freelancer o ilustrador, el concepto es la parte más “vital” del diseño, y en este artículo te voy a explicar por qué son importantes, cómo crear uno y exactamente qué son.

Los conceptos pueden ser tanto amados como odiados por los diseñadores, pero en mi opinión su relevancia es indiscutible.

Qué es un concepto en diseño

Un concepto de diseño (En el contexto del diseño gráfico) es el término que los diseñadores gráficos usamos para referirnos a una frase o conjunto de palabras que marcarán la dirección creativa de un proyecto.

En resumen, son palabras que describen a grandes rasgos cómo se verá, se sentirá y se percibirá ese proyecto o diseño que vamos a producir, ya sea en forma de landing page, campaña publicitaria, identidad de marca, entre otros tipos de proyectos.

El concepto es la brújula que guía todo el proceso creativo, desde la fase inicial de brainstorming hasta la implementación final.

Sin un concepto claro, un proyecto puede perderse en la ejecución, resultando en un producto final que no cumple con las expectativas del cliente ni las propias.

La importancia del concepto de diseño en el proceso de creativo

Los conceptos son esenciales porque proporcionan una base sólida sobre la cual el diseñador gráfico puede construir.

Permiten a los diseñadores alinearse con los objetivos del cliente y asegurar que el resultado final sea coherente y efectivo. Además, un buen concepto puede inspirar y motivar a todo el equipo, manteniendo el enfoque y la creatividad.

En mi experiencia, he encontrado que los proyectos con un concepto bien definido tienden a fluir de manera más natural. La claridad en la dirección creativa facilita la toma de decisiones y reduce la posibilidad de desviaciones que pueden comprometer el proyecto.

Pasos para crear un concepto de diseño exitoso

Identificar la Problemática o Necesidad

El punto de inicio de cualquier proyecto es el brief.

Debes leer y, sobre todo, comprender con qué problema o necesidad realmente estás tratando.

No siempre lo que el cliente dice querer es lo que realmente necesita. Así que, antes de lanzarte a la computadora, pregunta.

Protip: Ten una reunión con el cliente para hablar en profundidad sobre su caso. No diagnostiques, regañes o presiones, simplemente pregunta. Sé curioso, trata de entender qué le motivo a llamar a buscar a un diseñador para empezar.

Recolectar información y referencias

Una vez que entiendes claramente qué es lo que se necesita, procede a investigar el tema en profundidad.

Recopila conceptos teóricos de esa industria y soluciones similares que se han presentado anteriormente. Plásmalos en un documento que puedas consultar más tarde.

Protip: Recopila de múltiples fuentes de información, no solo una. Cuanto más leas sobre el tema y el tipo de solución al problema o necesidad, mayores serán las probabilidades de éxito en resolverlo.

Generar y seleccionar el mejor concepto

Toma un lápiz y papel y escribe una serie de palabras clave y adjetivos que resuman cómo se verá, sentirá y percibirá tu proyecto/diseño. Este concepto no debería superar las cinco palabras.

Desarrolla entre 20 y 30 combinaciones, haz un top 5 y finalmente elige el mejor.

Protip: Si empiezas por anotar todas las palabras clave, sinónimos o conceptos relevantes, la conceptualización queda mejor. Aplicar técnicas creativas como mapas mentales puede desbloquear tu creatividad.

Páginas como Neuronilla ofrecen técnicas creativas útiles.

Herramientas y técnicas para la conceptualización

Existen diversas herramientas y técnicas que pueden ayudarte en la fase de conceptualización. Herramientas online como Gomoodboard y aplicaciones gratuitas como Pureref son excelentes para recopilar y organizar referencias visuales.

Protip: Behance, Pinterest e Instagram son grandes fuentes de inspiración. Evita el buscador de imágenes de Google, ya que suele sugerir imágenes mucho más genéricas.

Referencias e inspiración en la creación de conceptos de diseño

Una vez que has elegido el concepto para tu proyecto, procede a recopilar imágenes de cada palabra clave de tu concepto. Estas referencias visuales te ayudarán a mantenerte en la dirección correcta y a inspirar nuevas ideas durante el desarrollo del proyecto.

Protip: Evita portales como Freepik, Evato y Shutterstock durante la conceptualización, ya que muchos diseñadores solo descargan o plagian diseños de estos sitios, lo que puede comprometer tu proyecto y reputación.

Tipos de conceptos de diseño

Los tipos de concepto de diseño que existen son realmente muy pocos. Para empezar, tienes los que sirven y los que no.

Los que sirven comunican, guían y potencian la propuesta de valor de la marca, la filosofía de la empresa y se enfocan en la dirección creativa del proyecto usando adjetivos.

Los que no sirven no hablan de la propuesta de valor de la marca, no mencionan ni de lejos al cliente, no hablan de la filosofía de la empresa y se enfocan en confundir e impresionar a través de palabras complicadas o temáticas muy elaboradas.

Puedes trabajar conceptos de diseño que se reduzcan a 3 – 4 palabras clave, como por ejemplo:

  • “Zapatos Supercómodos para Skaters”
  • “Café natural para oficinistas estresados”
  • “Karate old school”

Otra opción son los conceptos superlargos que reflejan más la filosofía de la marca, como por ejemplo:

  • ¿Por qué manejar normal cuando lo puedes hacer con estilo?”.
  • “Una casa sin plantas es una casa sin vida”
  • “Confíe en sus amigos, pero confíe más en su seguro de vida”

Indiferentemente, para cada marca hay un concepto y para concepto hay una mente detrás de ello que está intentando convencerte de comprar.

Mi mejor consejo a la hora de redactar un concepto de diseño

No te dispares en el pie. Mantenlo simple.

Si el concepto de diseño que redactaste requiere una larga explicación posterior o previo a presentarlo al cliente, posiblemente no es tan intuitivo y coherente con la marca como crees.

Por experiencia, me ha tocado presentar ideas o “conceptos” que suenan bien en mi cabeza, hasta que los explico al cliente.

Una dirección creativa de proyectos de diseño que no se entiende y te obliga a argumentar con el mercadólogo, director o gerente presente demuestra más una falta de claridad en nuestra comunicación que creatividad.

Un concepto o “idea” que no conecta con el público objetivo, que no lo entiende el cliente y que amerita largas explicaciones, nos da el disparo al aire de que es hora de replantear nuestra forma de escribir.

Es necesario preguntarnos si estamos escribiendo para conectar lo que una marca quiere con sus clientes, o estamos escribiendo para impresionar (o marear) a otros diseñadores y gerentes con nuestras complicadas palabras.

Ventajas y desafíos de trabajar con conceptos de diseño

Ventajas

Trabajar con conceptos de diseño bien definidos tiene numerosas ventajas:

  • Claridad y enfoque: Proporciona una dirección clara y reduce la confusión.
  • Eficiencia: Facilita la toma de decisiones rápidas y coherentes.
  • Creatividad: Inspira nuevas ideas y enfoques innovadores.

No conceptualizar puede aumentar las probabilidades de fracaso en proyectos más grandes y complejos.

Desafíos

Sin embargo, no todo es perfecto. Algunos de los desafíos incluyen:

  • Rigidez: Puede ser difícil adaptarse a cambios inesperados si toca cambiar de concepto de diseño.
  • Complejidad: Algunos conceptos de diseño pueden ser difíciles de comunicar o entender por el equipo gerencial
  • Sobrecarga creativa: A veces por querer hacer conceptos que suenen más “inteligentes” o “elaborados” terminamos sobrecargando un concepto con frases, conjugaciones o palabras que solo tú y Dios entienden.

Muchos diseñadores en formación académica son obligados a generar conceptos para proyectos que realmente no lo ameritan; lo que puede llevar a una aversión hacia la conceptualización.

Es decir, si obligamos a diseñadores a crear conceptos para servilletas, tarjetas o flyers somos realmente idiotas. Eso es algo que solo hace al diseñador odiar la acción de crear conceptos porque le estamos haciendo perder su tiempo y energía en ponerle un motor de 800 caballos de fuerza a una bicicleta.

Dualidad del concepto en el diseño gráfico

En conclusión, los conceptos son una herramienta poderosa en el diseño gráfico. Sirve para guiar la dirección creativa de proyectos y resumir nuestras ideas y anteceden los proyectos exitosos.

Aunque algunos diseñadores los aman y otros los odian, su importancia es indiscutible.

Practicar el diseño seguro, usando un “concepto”, es la mejor manera de asegurar que tu trabajo no solo sea efectivo, sino también innovador y creativo.

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