How to learn graphic design from home

Empecé a emprender en el segundo año de mi carrera universitaria un negocio de diseño gráfico, por lo que fui aceptando cada proyecto que tocaba mi puerta e intentando dar todo mientras trabajaba y estudiaba con la intención de ganar toda la experiencia posible para colocarla en mi futuro CV.

Pero me paso algo inesperado. La universidad, me dejo de enseñar cosas nuevas a mediados del tercer año y de pronto se volvió insoportablemente aburrido asistir a clases.

Estaba frustrado.

No quería que me enseñaran algo que había visto y hecho cientos de veces. Mis compañeros, por otro lado, veían estos nuevos conceptos con la boca abierta como si fueran una especie completamente nueva.

Decidí que me había vuelto loco, porque mi reacción debería ser igual a la de ellos y mis habilidades también. Pero con el paso del tiempo la brecha de habilidad entre mis compañeros de clase y yo se hizo más obvia.

Lo que a mi me tomaba una o dos horas, a ellos les tomaba días.

Lo que a mí me aceptaban sin ninguna dificultad, a ellos les pedían miles de cambios.

Las herramientas que ellos estaban aprendiendo a manejar, yo ya las había dominado.

Empecé a concentrarme en tener un perfil bajo para evitar problemas o nuevas responsabilidades innecesarias, porque a algunos catedráticos y alumnos esto les llamaba la atención de forma negativa.

Pensé seriamente que se me había subido a la cabeza esto de trabajar y estudiar, y que necesitaba aterrizar y aprender a ser menos arrogante “porque es imposible, que yo este más preparado que mis compañeros solo por tener un emprendimiento de ello”.

Pero la realidad me dio de lleno cuando me di cuenta que el trabajo que haces de forma habitual y en silencio, es el que más hace ruido a la larga.

En proyecto de clase vi como mis compañeros luchaban y se esforzaban mucho, solo para cometer tantos errores que más del 80% de la clase perdió el curso. Mientras que yo lo pasé sin ninguna eventualidad, no fue hasta que miré a los lados que me di cuenta que fui la nota más alta del curso, con poco esfuerzo.

Esa fue la primera señal que el tiempo acumulado en el trabajo externo a la U, estaba dando silenciosos frutos.

Por ejemplo, mis compañeros me empezaron a preguntar cómo podía crear todos estos hermosos diseños de un sitio web en Figma en tan poco tiempo.

Ya para el último año de la carrera los catedráticos les pedían cambios interminables a mis compañeros y les decían que su trabajo estaba mal, mientras que conmigo se les dificultaba encontrar deficiencias y se limitaban a dar sugerencias y en su lugar, usábamos el tiempo de la asesoría para platicar temas sin relación. Y así muchas anécdotas más.