El proceso de naming es uno de los primeros pasos a la hora de llevar a cabo tu estrategia de branding. Pase años creando nombres para marcas de emprendedores. En mi experiencia, este es un proceso de vinculación entre palabras, conceptos y objetivos mercadológicos.
El naming es un arte y una ciencia a la vez. Un buen nombre puede construirte como marca al tener cualidades como ser atractivo y facilitar el storytelling, así como ser un limitante al encasillarte en una industria o propuesta de valor que te lleva a hacer rebranding más adelante. Por lo que no es alocado decir, que así como el nombre de tu marca puede destacarte como un árbol en medio del desierto, también puede perderte como un árbol en medio del bosque.
Elegir el nombre “perfecto” (si es que eso existe) para una empresa, producto, servicio u organización puede parecer una tarea sencilla de un meeting entre gerentes con una pizarra y un par de marcadores viejos, pero si has participado en esas es mucho más.
El naming implica un proceso detallado y por sobre todo estratégico. Este artículo te guiará paso a paso a través del proceso de naming, mostrando cómo se puede crear un nombre de marca ganador que resuene con tu audiencia y se destaque en el mercado.
Igualmente, si andas con prisas siempre puedes ver este video de Youtube que hice al respecto.
El nombre de una marca es uno de los primeros puntos de contacto con los clientes.
Un buen nombre puede captar la atención, transmitir los valores de la empresa y ser memorable. Un nombre efectivo no solo facilita el reconocimiento, sino que también puede influir en la percepción del consumidor y en la fidelidad a la marca.
¿Cuántas veces te ha pasado que tratas de volver a comprar un producto que te gustó mucho y simplemente no recuerdas el nombre? Allí vemos muchas veces un problema de naming y memorización. Por algún motivo, nadie olvida nombres como Facebook, Youtube o Google, pero nombres como “Panadería los hermanos don y doña manuelitos villanueva S.A.” es mucho más fácil de olvidar.
El primer paso en el proceso de naming es la investigación. Es crucial investigar los nombres que ya existen en tu industria, tanto a nivel internacional como local. Por ejemplo, en un proyecto reciente, trabajamos con una empresa de logística en Perú. Investigamos nombres en directorios de empresas locales y en registros de propiedad intelectual para asegurarnos de no duplicar nombres ya existentes y para identificar tendencias en el sector.
Una vez que tienes una visión clara del panorama actual, el siguiente paso es generar palabras clave. Estas palabras clave deben estar relacionadas con el rubro y la industria de tu empresa.
En el caso de la empresa de logística en la que estuvimos trabajando un proceso de naming se generamos palabras clave como “Perú”, “carga”, “transporte”, “aduana”, “logística”, “importaciones” y “exportaciones”.
Estas palabras sirvieron como base para la creación de nombres. En mi experiencia, esto se trata de definir bloques o palabras claves con las que vas a trabajar. Por ejemplo, si tienes una heladería, no suena nada loco meter en esa lluvia de palabras clave cosas como “helado” “hielo” “vainilla” “chocolate” entre otros.
La etapa de la lluvia de ideas es donde realmente comienza la creatividad. Es fundamental priorizar la cantidad sobre la calidad al inicio. Escribimos todas las ideas posibles, combinando palabras clave y utilizando terminología relacionada.
Por ejemplo, creamos alrededor de 160 nombres en una sesión de brainstorming. La clave aquí es no censurarse, no juzgar a las ideas y dejarlas fluir. Por así decirlo, primero tienes que sacar todo lo malo para dar paso a algunas joyas. Así que entre más combinaciones mejor.
Después de tener una larga lista de nombres, el siguiente paso es la selección y eliminación.
De los 160 nombres o más que hayamos producido en el paso anterior, seleccionamos los mejores. Es decir, aquellos que resaltan las características de la empresa y son memorables, fonéticos o directamente relacionables con el tema.
Una lista corta con los 5 o 6 mejores nombres TOP sirve para después crear variaciones de estos y tener opciones adicionales en caso de que alguno no fuera registrable.
Las variaciones son esenciales para asegurar que siempre tengas un nombre viable. Si un nombre no se puede registrar, una variación puede ser la solución. Por ejemplo, en nuestro proyecto, jugamos con combinaciones y reordenamientos de palabras clave hasta encontrar nombres que sonaran bien y fueran adecuados para el registro.
Una herramienta útil en este proceso es la tabla de naming.
Esta tabla evalúa los nombres en varios aspectos: fonética, brevedad, pronunciación, memorización, sugerencia, gráfica, singularidad y registrabilidad. Esta evaluación numérica consiste en elegir tus mejores nombres e ir puntuándolos en esas categorías en específico en una modesta tabla de Excel.
Durante el proceso de naming, es fácil cometer errores. Aquí están algunos de los más comunes y cómo evitarlos:
Para asegurar un naming exitoso, aquí algunas herramientas y técnicas útiles:
Probar los nombres con una muestra o audiencia, lo más fiel al grupo objetivo es efectivo. Puedes usar Google forms y así ágilmente les presentan los nombres y les pides que traten de decirte más o menos que palabras vienen a sus cabezas. Si sugeriste el nombre “Karatemasters” y se les viene a la mente palabras como Karate, Bruce Lee, Dojo entre otras apegadas a tu nicho, vas bien.
Para ilustrar el proceso de naming, aquí un caso real:
Trabajamos con una empresa de logística llamada “Peruvian Cargo Transport Services”. El nombre original era demasiado largo y difícil de memorizar. Después de seguir todo el proceso de naming, el cliente eligió el nombre “Deerlogistiks”. Este nombre combinaba la palabra “Dear” (que suena como “deer” en inglés, simbolizando rapidez y eficiencia) con “Logistics”. El nuevo nombre no solo era más corto y fácil de recordar, sino que también tenía un significado que resonaba con la misión de la empresa.
El mejor consejo que te puedo dar es que no te desesperes. Un buen nombre toma tiempo. Si no tienes ideas, sal a caminar, investiga más o directamente, date más tiempo para experimentar. El proceso de naming es importante para el éxito de una marca, si tu nombre te encasilla a una industria, no es específico, es muy largo o tus clientes simplemente no lo usan considera replantear tu estrategia de branding.
Siguiendo un enfoque estructurado y creativo, puedes desarrollar un nombre que sea memorable, registrable y que comunique eficazmente los valores de tu empresa. Recuerda evitar errores comunes, utilizar herramientas y técnicas adecuadas, y siempre considerar la perspectiva de tu audiencia.
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